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Tu maldad es tan grande
que en nada eres diferente
de los que vivían en Guibeá;
¡pero no olvidaré tu maldad
y te castigaré por tus pecados!

10 »Grande fue mi alegría
cuando te hallé por primera vez.
Fue como hallar uvas en el desierto;
¡fue como cortar los primeros frutos!
Pero al llegar a Baal-peor
tus antepasados se volvieron repugnantes
por adorar a dioses falsos,
a esos ídolos que tanto amaban.

11 »Israel tiene grandes riquezas,
pero esas riquezas no durarán;
¡volarán como hojas al viento!
Sus mujeres ya no tendrán hijos.

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